Aplausos
En el equipaje que se me permitió traer en mi viaje a la
vida, se coló así de pura casualidad un estuche con las notas musicales. Venia alojado en mi alma con una conexión
directa a mi garganta. Desde que tengo uso de razón ese regalo
hermoso ha deleitado mi vida. En mis
momentos de más angustia, cuando se supone que la tristeza me domine y me
derrote, me he sorprendido a mí misma cantando. Siempre me preguntaba cómo era
posible que automáticamente se me zafara alguna estrofa furtiva en momentos de profundo dolor. Mi
amigo Roberto me aclaró la situación, me dijo que era un mecanismo de
defensa inconsciente del cerebro para
desembarazarse de situaciones que atentaban contra la salud del cuerpo. “Lógico”, pensé. Lo cierto del caso es que desde niña y
durante toda mi vida he soñado con el
gran aplauso. A esta etapa de mi vida he
recibido muchas satisfacciones y alegrías pequeñas y muy privadas, sí, tengo un pequeñísimo y
exclusivo fan club. Las pocas veces
que he tenido el privilegio de cantarle a alguien (casi siempre en dolor) he
visto una maravillosa reacción. Sé que
mi voz ha llegado profundo y ha sido de aliento. En mi trabajo atendemos pacientes
afectados por el Alzheimer, a estos pacientes la cruel enfermedad les
roba hasta los recuerdos. Hoy mientras
conducía con uno de mis pacientes en el asiento trasero comencé a cantar una
canción, esta vez no lo hice por costumbre o casualidad, lo hice con toda la
intención de que mi amigo recordara esa antigua y hermosa canción que seguramente traería uno que otro
recuerdo a su mente afectada. Él se
mantuvo en silencio, yo pensé que él estaba perdido en su mundo habitual y que
ni siquiera me estaba escuchando. Canté
con el alma, mi voz clara, nítida, armoniosa, cuidando cada nota, deleitándome
en cada entonación. Al finalizar hubo
unos segundos de completo y ceremonioso
silencio y pensé, “Ah, él no me escucho”. Repentinamente se rompe el silencio tras de mí con un
efusivo y emocionante aplauso, Me sentí agradecida, por la oportunidad que
Dios me da de servir, porque puedo usar mis talentos en favor de otros, porque
finalmente en mi vida he recibido los
mejores aplausos , esos que vienen del alma con sentimiento genuino, ese
aplauso de doble vía, donde el que lo recibe se siente abrazado y el que lo da
expresa su gratitud en profundo amor!!!!
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