domingo, 15 de enero de 2012

VOZ DE DIOS




La vida es un estado transitorio donde alma y espíritu se unifican para crear un ser espiritual digno de la presencia de Dios. Para este propósito caminamos por la vida encontrándonos a cada paso con una serie de situaciones que no entendemos y que muchas veces nos desconciertan. Ese ha sido mi caso durante varios años:

A propósito y a plena conciencia, mi esposo y yo decidimos tener solamente dos hijas. Para evitar la posibilidad de tener otro niño me esterilicé. No sé porqué siempre tenía la sensación de que había otra criatura que nos pertenecía. Cuando mi niña más pequeña contaba con dieciseis años y ya que habíamos comenzado a disfrutar un poco la libertad de tener nuestras hijas casi criadas, sucedió algo que cambió nuestras vidas para siempre. Llegó a nuestro hogar un ángel, un bebé recién nacido que nos robó el corazón. Este niño no había salido de mi vientre, pero nos llegó como un regalo hermoso oloroso a esperanzas. Al principio comenzamos a disfrutar de la alegría de tener un nuevo integrante en la familia, pero con el pasar de los días supimos que nuestro niño había nacido con perlesía cerebral, retraso mental profundo y un sinnúmero de necesidades médicas que transformó nuestro diario vivir en un constante ir y venir de hospitales.
Después de un año de batallar continuo y de muchas trasnoches y lágrimas, tomamos la decisión de viajar a Estados Unidos para brindarle a nuestro gran amor una mejor calidad de vida. Durante trece años entraba y salía de sus crisis pero, a pesar de todo, tratábamos de hacer una vida normal hasta donde la situación nos lo permitiera. El asistía a su escuela especializada para niños impedidos y nosotros aprendimos a trabajar con todas las maquinarias y recomendaciones sobre las cuales los médicos nos instruían.
Mi niño y yo teníamos una costumbre que disfrutábamos mucho y era que todas las noches yo me sentaba con él en mi falda durante al menos una hora. Eso lo acostumbraba a hacer todos los días, aunque él estuviera hospitalizado. Pocos meses antes de cumplir los catorce años entró en una fuerte crisis respiratoria y tuvimos que optar por hacerle una traqueotomía. De ahí en adelante fue trasladado a un hospital donde se quedaría permanentemente, debido a su crítica situación de salud. Una vez, estando en el hospital, mi carga física se aliviaba, pero mi carga emocional y espiritual aumentaba. Desde entonces, día tras día, mi esposo y yo nos presentamos a este hospital y no nos vamos hasta que lo bañamos , le cambiamos su camita, lo ponemos oloroso y finalmente lo dejamos dormido. Yo me encargo de visitarlo durante el día también porque he hecho arreglos para disponer del tiempo a mi conveniencia.

Cierto día me presenté al hospital y como todos los días, lo saqué de la cama para cargarlo y él comenzó a llorar. Debido al proceso de implantarle la traqueotomía, su llanto no se escuchaba porque sus cuerdas vocales estaban inhibidas para emitir sonidos. Pero, su carita de angustia y las lágrimas rodando por sus mejillas me provocaron una ira tremendamente profunda contra Dios. Dentro de mi alma atormentada le gritaba profusamente: "Oye Dios, que tú te crees. ¿Hasta cuándo vas a permitir que mi hijo siga sufriendo tanto? ¿Vas a seguir rompiéndonos el alma? Tú sabes que yo soporto cualquier cosa, menos ver a mi niño sufriendo de dolor. No quiero que su cuerpo le duela. ¡Has algo... óyeme, has algo! Ahora ni siquiera puedo tener el placer de cargarlo y él no puede sentirse en mis brazos. Tú sabes que ese es uno de los pocos placeres que él disfruta." Lo puse cuidadosamente en la cama y le informé a las enfermeras sobre su dolorosa incomodidad. Después de varios laboratorios y rayos-X, supimos que tenía una pequeña fractura en la pierna.

Camino a casa y mientras conducía seguía enojada y peleando con ese Dios que tenía el poder de aliviar la vida de mi niño. Al llegar a mi casa, aún presa de esa ira inmensa, decidí entrar en la computadora a ver si me relajaba. Varios meses atrás Xiomara, mi hija más pequeña, me había enviado un correo electrónico que nunca había podido abrir, aunque lo había intentado varias veces. Ese día, como por arte de magia, el E-mail salto a la pantalla. Su título era muy sugestivo: Huele a Él. Narraba la historia de una niña que había nacido prematuramente. Nació tan frágil y tan pequeña que sus padres no podían ni siquiera tocarla, mucho menos cargarla porque su piel era tan delicada que podían lastimarla. Todos los pronósticos apuntaban a que la niña no sobreviviría; realmente no había muchas esperanzas. Pero, para sorpresa de todos, la niña sobrevivió. Tres años después, estando en un parque de béisbol con su hermanito y su madre, comenzó a llover y del suelo emanaba un olor particular. La niña le decía a la madre: "Mami, huele". La madre le contestó: "Sí mi amor, huele a tierra mojada." La niña, evidentemente frustrada le decía: "No mami, no es eso." "¿A qué huele entonces?, le preguntó la madre intrigada." "Mami, huele como a Papa Dios cuando te carga en sus brazos."

Dios le hablaba en forma directa a mi corazón de madre. Me hacía saber que, aunque yo no pudiera cargar en mis brazos a mi ángel, Él sí lo tenía abrazado. Él sí, de alguna manera u otra, permitía que mi niño se sintiera fortalecido y confortable en sus brazos. Le pedí perdón a Dios por todos mis malos pensamientos, por recriminarle, por no entender este proceso que nos ha causado tantos dolores, por no conformarme al ver a mi niño cargando una cruz tan pesada.

Durante casi un año, ese placer de sentir a mi criatura en mi regazo me fue vedado. Hace un tiempo nos permitieron llevarlo de visita a la casa porque estaba mejor de salud. Después de tanto tiempo preparé nuestro rinconcito especial y le dije a mi esposo que me ayudara a sentarlo en la falda. ¡Ah, momento mágico donde toda la felicidad del mundo te posee y te baña de luz, armonía y paz! Eso sentí yo y mi hermoso príncipe comenzó a reírse, y reírse... y continuó riéndose como por quince minutos. Después de todo, él también extrañaba la falda de mamá.
 Moraleja: La voz de Dios nos llega de infinidad de maneras distintas. Sólo hay que prestar atención para poder escucharla.
                                                      copyright:  Idalia Castro Correa

5 comentarios:

  1. Idalia, hermoso relato. Me estoy disfrutando estas lecturas.... todas y cada una de las que he leido en este blog son impresionantes y tocan mi corazon!!...bendiciones

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    1. Gracias Nancy, me alegro mucho que estés disfrutando de los escritos. Los sientes en el corazón por que de ese mismo modo fueron escritos. Bendiciones

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  2. comentario recibido en facebook


    Laura Boria Increible pero te entiendo. Me paso lo mismo con la agonia de mi cunada en un hospital y fue ahi donde comence a comprender que Dios no es un ente externo que hace bien a unos y mal a otros. Dios esta en cada persona y en todo. Su esencia es parte nuestra y por ende fue y es parte de ella. En su caso quizas la Fe no la ejercito tanto; por agotamiento; por cansancio de tanto dolor. En ese momento hice una causa en facebook que era para que se permita a los familiares estar en cuidados intensivos con la persona enferma. Al menos un familiar igual que lo estan en un cuarto. Finalmente en HIMA Caguas me dice mi sobrina permiten ahora eso pero hace un yr atras no; y mi cunada murio sola pq murio fuera de la media hr de visita. Tambien esa restriccion hace dificil que los familiares vean al medico pq siempre que va no es la hora de visita. Ahora me imagino es mas facil verle. Tambien creo que cuando estan graves; el estar solos les deprime porque sienten que han sido dejados a merced de las enfermeras que jamas le amaran tanto como uno y el cuidado y atencion nunca seria el mismo que cuando el familiar esta ahi al pendiente del mas minimo detalle. Yo amo la musica en especial de los 80 y se que si estuviera en una crisis de salud esa musica me sacaria porque no puedo explicarte lo que me hace sentir. Mi amor por la musica y la naturaleza va mas alla de las palabras.

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    1. Gracias por tus palabras Laura, Sabes , yo pasé una experiencia parecida con mi cuñada. En el caso de ella estaba en un cuarto privado y los familiares mayores podíamos visitarla pero sus hijos que eran pequeños en aquellos tiempos no podían entrar a verla, 4 varones y la niña que desde que su mamá fue hospitalizada se quedó con ella. Ella estaba
      a punto de morir y mi mamá y yo pasamos los niños escondidos por la parte de atras del hospital. De ese modo fue que pudieron ver a su mamá por última vez por que esa misma noche ella murió. El niño más pequeño al entrar al cuarto siguio caminando de frente hacia el ventanal y no se acercaba a su mamá, los demás pensamos que era una malacrianza de él. De momento el niño salió corriendo y se tiro de rodilla frente a la cama de su mamá y comenzó a gritarle, Mamita, no te mueras, no me dejes mamita. Eso fue realmente doloroso e
      impresionante. Como dices estas personas que dirigen los hospitales tienen que tener mas conciencia de eso. a veces las reglas son demasiado estupidas y antihumanas. Te felicito por que luchaste por cambiar un sistema que verdaderamente no sirve.

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  3. Ese olor es el que he hablado en algunos de mis escritos por ahi en facebool; es la madre Tierraa que tiene perfume; es el olor de Dios indudablemente. Estos seres de alguna manera deben estar conectados al la esencia de la vida pero no lo podemos saber ni comprender. Deben haber momentos en que algo o alguien les de consuelo y carino sin que nosotros percibamos eso. Sin embargo es lamentable y duro tener que aceptar que el esta asi por decision de otra persona y no de el. Eso es la parte que se me hace a veces tan dificil de aceptar ya que creo que cada cual es responsable de sus consecuencias; pero no acepto que las consecuencias afecten a otros y menos a inocentes.

    Mi unico consuelo en esto o mejor; lo unico que te podria decir IDalia es que se que los milagros existen. El cuerpo tiene una gran capacidad de sanar. Pero hay que darle las herramientas. Siempre que puedas piensa en el recuperandose; si no totalmente al menos en un porciento que le permita llevar una vida normal. El quizas no puede pensar; porque no puede pero tu si. tu puedes pensar por el y enviarle ondas de frecuencia de luz y amor para sacarlo de ese estado. No se como seria pero creo en mi corazon que es posible; solo que se necesita la fe; le fe tuya; de tu esposo; hijas, demas familia y amigos para que esa conciencia colectiva haga la magia. Nadie podria dudar que el milagro ocurrira. Mientras mas personas se unan y crean que el milagro es posible; este sucedera.

    Este ano 2012 es uno donde la luz del universo nos arropa; donde nuestra conciencia esta dando un salto increible a algo que aun no puedo explicar pero se que es asi. NO pares de orar por el; no pares de pedir oracion por el. Yo espero que ese nino salga al menos de las condiciones que lo mantienen atado a un respirador y que no permiten que camine o lo puedas cargar. El amor es magico; La Fe es increiblemente poderosa. En mi libro hablo de eso y tambien en un escrito que tengo por ahi que no se si has leido que se llama algo asi como Dios, la Fe y la luz.

    Por mi parte le envio todo lo mejor con mi mente y espero con mucha esperanza que mejore y salga de ese hospital y regrese a tu casa. Me alegra que ya no cuestiones a dios y que hayas recibido la respuesta que te dio el consuelo. Dios no es culpable de nuestros males; somos nosotros mismos y todo lo que nos rodea es el resultado de nuestros actos a veces inconcientes. :(

    Dios te lo bendiga y que esa carga pronto pase a ser una alegria eterna; sin tener que verlo ya en el hospital ; sino tenerlo contigo en tu casa. Dios te bendiga a ti y tu esposo y tu familia por tan inmenso acto de amor. Confia que el que ama tanto y confia; al final ve su recompenza.
    ..Laura is typing ....Write a reply...

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