Dialogar es una de las cosas que más se disfruta. Sin lugar a dudas es uno de los más grandes entretenimientos de la vida. Se siente rico en el alma el poder intercambiar ideas con esa única emoción con la que volamos a tiempos pasados que permanecen vivos en nuestro ser interno. Poder contar nuestras anécdotas y escuchar las de otros es como traer un poco al presente aquel tiempo pasado que siempre fue mejor. No importan las vicisitudes de aquellos tiempos, es que entonces nos asistía la juventud, es que entonces el cuerpo no estaba adolorido, es que entonces podíamos comernos al mundo. Especialmente prestamos más atención cuando se tocan temas que nos permiten conocer las vidas de otras personas, sus historias, sus luchas, sus afanes. ¡Cuán importante ha sido la vida de todos los seres que han pasado por este mundo en nuestras vidas! Hoy mientras estaba en mi trabajo tuve que sentarme en el piso para tratar de remover un tremendo enredo de hilo que se había acumulado cerca del sistema de la polea de mi máquina de coser (soy sastre). Estando allí en aquella posición tan incomoda y viendo el funcionamiento de mi máquina, sus piezas, todo ese andamiaje de hierro y reconociendo la función tan importante y maravillosa que puede hacer bajo mi manejo, di gracias a Dios por aquella primera persona que soñó y desarrolló la primera máquina de coser, que hoy me permite ganarme el pan de cada día usando mi talento y mi formación académica. Luego comencé a hablar con mi compañera de trabajo, María. Ella es italiana, al igual que mi otra compañera de trabajo, Tina. Ella me contó cómo sus abuelos vinieron desde Italia huyéndole a una guerra hace más de cien años. Acá en América, (como ella dice), se dedicaron a trabajar en el campo, recogiendo frutas y vegetales por un salario miserable. Con mil penurias sacaron a su familia adelante. En ese tiempo todo era mucho más difícil pero ellos se esforzaron para crear una vida mejor. Los que vivimos en este tiempo prácticamente tenemos la vida hecha. Para cada cosa existe una solución, todo es más fácil, gracias a los que soñaron, se atrevieron y crearon con sus propias manos un mundo mejor para sus (generaciones venideras) que somos nosotros. He escuchado a personas quejarse de que nadie, nunca les heredó nada. Esa es la aseveración más injusta que cualquier ser humano pueda verbalizar. ¡SORPRESA! La próxima vez que te sientes cómodamente en tu sofá, a ver tu televisión recuerda que eso y todo lo que te rodea es la dote que heredaste de nuestros antepasados. SI, AQUELLOS GRANDES VISIONARIOS QUE YA NO ESTAN… ¡SE MERECEN UN APLAUSO!
copyright Idalia Castro Correa
LOS JOVENES DE HOY QUE PRIMERO FUERON NIÑOS NACIERON CON UNA LIBRA DE PAN DEBAJO DEL BRAZO COMO DICE EL REFRAN DE NUESTROS ABUELOS. ELLOS NO SABEN DE QUE CUERO SALEN LAS CORREAS Y POR ESO SE ESPRESAN COMO LES DA LA REAL GANAS. SON UNA GENERACION DE VíVORAS
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